Yo, que me declaro totalmente anticlerical y que apoyo totalmente la letra de una de las canciones de Mago de Oz que dice que " la única iglesia que ilumina es la que arde", sigo sin entender que un país como el nuestro, tan adelantado en ciertos aspectos sociales, tenga que seguir pagando a dicha religión.
Este dinero se puede desglosar de la siguiente forma:
- 900 millones de euros en exenciones tributarias y muchos de esos tributos son locales, es decir, los gestionan los Ayuntamientos, como por ejemplo el IBI. ¿No estaría bien suprimir este privilegio y así sanear, aunque sea ligeramente las cuentas de nuestros Ayuntamientos?
- 550 millones de euros para ayudar a sufragar los sueldos de los profesores que imparten religión, tanto en la escuela pública como en la privada.
- 3.800 millones de euros para financiar los centros educativos con ideario propio ( católico en este caso), a través de los módulos económicos de los conciertos educativos de las CC.AA.
- 241 millones de euros del impuesto del IRPF.
Tomando el total de estos datos del año 2007 nos da la escalofriante cifra de 5.491 millones de euros.
A que viene esto... pues viene a otro dato que hay que tener en cuenta y en el que nadie de a pie se fija. España tiene a fecha 31 de diciembre de 2007 un Balance de Cuenta Corriente de -100.000 millones de euros, es decir, a esa fecha el total de importaciones y exportaciones nos daba esa cifra. Es pocas palabras, importamos más que exportamos. Estos datos nos colocan como el segundo país con una cifra tan alta de dicho Balance, solo superados por EE.UU.
Las razones por las que nuestra Balanza es negativa se puede deber a muchos aspectos, uno de ellos y yo creo que muy importante es la falta de gasto en I+D que tiene nuestro país con respecto a la UE, superado incluso por países de nueva incorporación. Esto hace que España, ahora mismo no sea competitiva ya que el único punto en el que España tiene el Balance en positivo es en el sector servicios, eso sí, todo debido al Turismo. Esperemos a los datos de este año, con la crisis que nos afecta y en la que dicho turismo se resentirá los datos de dicha Balanza, pueden ser desastrosos.
¿No estaría mucho mejor destinar esos casi 5.500 millones de euros en mejorar la competitividad de España en I+D y dejar de tirarlos financiando una religión obsoleta y reaccionaria?